Deporte profesional: Un virus de la sociedad

Pensamientos personales acerca de la vida en general.

Deporte profesional: Un virus de la sociedad

Mensaje por Quim » 13 Oct 2022, 08:52

 
En los últimos años he ido perdiendo el interés por el deporte profesional. Desde pequeño me interesó el fútbol, luego el baloncesto y el tenis, con un interés también por el automovilismo, el motociclismo y la natación.

El deporte, como entretenimiento y hábito saludable, es algo positivo, pero el deporte profesional, donde la gente se dedica exclusivamente a ello, es más bien algo negativo para el desarrollo personal y de la sociedad.

El primer factor negativo es el tener un favoritismo, el dar soporte a un equipo o un deportista en concreto, pues se pone en riesgo el propio estado de ánimo, dependiendo de los éxitos o fracasos de ese equipo o deportista, si pierde hay riesgo de entrar en un estado de tristeza y que ese estado perjudique el estado de ánimo durante el día o incluso más allá y afecte la semana entera o un mes entero.

Esto se magnifica cuando se da apoyo a un equipo o deportista de élite, de primera clase, que aspira a ganar el título, pues se generan unas expectativas muy grandes y, entonces, las victorias no aportan tanta felicidad como la tristeza que provocan las derrotas, pues se da por hecho que el objetivo es siempre ganar y que ganar el título es lo esperado, el objetivo principal, no se disfruta tanto el proceso, sino sólo el final, y si el final no es el esperado se produce una tristeza superior a todo el trabajo realizado a lo largo del año.

Por ejemplo, un equipo que tenga el mayor presupuesto de la competición y una plantilla acorde a ello, se espera que llegue a la final, pero si pierde esa final la decepción es muy grande y es peor que la felicidad que habrán aportado todos los partidos ganados a lo largo del año, que fueron puros trámites.

El segundo factor negativo es que toda la gente relacionada con el deporte competitivo no aporta ningún progreso para la sociedad, son gente que si tuvieran otros trabajos aportarían algo al mundo, tal vez más cantidad de científicos, médicos, profesionales de la salud, ingenieros y demás. Incluso hay mucha gente con talento desperdiciado, lo cual no les molesta mucho porque ganan grandes cantidades de dinero, pero son vidas malgastadas a nivel de sociedad.

En la actualidad hay bastante deficiencia de profesionales en algunos sectores, especialmente los relacionados con la salud, se necesitan más doctores, enfermeros y demás, si se crearan nuevos centros de salud, en lugar de administrar estadios, habría gente administrando esos centros, gente de recepción, de la gastronomía, de la limpieza y demás, y en lugar de deportistas habría médicos, o arquitectos y albañiles que construyen esos centros, técnicos que instalen todo lo eléctrico, la fontanería, los sistemas de ventilación y climatización, los cuales también se encargarían del mantenimiento de las instalaciones, ingenieros y empleados varios que fabriquen el material médico necesario, tipo camillas, instrumentos quirúrgicos, medicamentos, cardiógrafos, máquinas para radiografías, ecografías, electrocardiograma, biopsia, quimioterapia y los distintos estudios o tratamientos médicos.

El tercer factor negativo es que es un entretenimiento que mayormente es una pérdida de tiempo, no aporta nada para la memoria, son experiencias vacías. Si a cualquier persona, dentro de una temporada de 38 partidos, se le pide que describa la experiencia vivida en la jornada 15, posiblemente ya haya olvidado lo que sucedió, aunque se le recuerde cuál fue el rival en esa jornada, seguramente ni siquiera se acuerde del resultado, ni cuáles fueron los jugadores que participaron. Tal vez sí se acuerde de partidos importantes contra otros equipos que aspiran a ganar la liga, pero no se acordará de la mayoría de los demás partidos. En cambio, si una persona hace un viaje a París y va a visitar la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo se acordará perfectamente de esa experiencia, nunca la olvidará, y no es necesario ir tan lejos, si va a un restaurante que nunca fue antes, con algún familiar o amigo, o se va al cine a ver una película, también recordará las experiencias vividas. Cualquier actividad que se haga en la vida propia aporta una mayor felicidad que la mayoría de experiencias de visualización deportiva, que se olvidan rápidamente, porque son intranscendentes. Incluso visualizaciones de películas o series aportan mucho más, ya que hay historias, diálogos, aunque sea ficción siempre aporta algo para el desarrollo personal.

Es demasiado fácil entretenerse mirando deporte, especialmente los fines de semana, donde hay eventos todo el día, se puede empezar el día mirando Fórmula 1 o motociclismo, luego mirar un partido de baloncesto, luego otro de fútbol, cuando termina ese de fútbol hay otro de fútbol que empieza más tarde, entre medias tal vez un partido de tenis, que suele ser una semifinal o una final los fines de semana, y por la noche tal vez un partido de rugby o béisbol, y si hay algún espacio de tiempo libre se puede mirar las repeticiones en las plataformas digitales, en caso de haberse perdido algún evento.

La mayoría de estas visualizaciones no aportarán nada a esa persona, le aportará distracción, pero es como un tiempo perdido, y la vida es corta, no vale la pena desperdiciarla en cosas que no nutren la mente. En lugar de quedarse en casa mirando deportes es mucho más interesante salir fuera con amigos o familiares y hacer actividades, tipo ir a un restaurante, ir a la playa, ir al cine, ir a jugar algún deporte, que aporta mucho más que visualizarlos, incluso algunos menos televisivos, como el bowling, el billar, el surf, o ir al bosque en una ruta a bicicleta o incluso a pie, todo ello son experiencias que nutren mucho más la persona que quedarse en casa mirando deporte, aportan una felicidad memorial, al pensar en el pasado se siente alegría porque se ha aprovechado bien la vida, viviendo experiencias nutritivas para la felicidad personal. En cambio, tras ver deporte, al pensar en el pasado, es como un sentimiento de desperdicio de la vida, incluso aunque tu equipo o deportista haya ganado el partido, incluso si ha ganado el título.

El cuarto y último factor negativo es que se está dando apoyo a un tipo de economía injusta, por culpa de las empresas en sus publicidades, que pagan altas cantidades de dinero a deportistas de éxito para promocionar sus productos, la mayoría de deportistas de éxito ganan más dinero gracias a la publicidad que por sus salarios. Estos deportistas normalmente sólo ponen su presencia en el producto, no participan en su elaboración, y ni siquiera lo usan en la mayoría de los casos. Si las empresas quieren promocionar un producto, sería mucho más útil que publicaran vídeos de gente que realmente ha usado el producto y que lo sigue usando en su vida cotidiana. El hecho de que un deportista aparezca en un vídeo y diga que me compra ese producto no me aporta nada particularmente, ni tampoco voy a comprar una marca concreta porque ese deportista haya aceptado aparecer en una de esas publicidades.

Las empresas dedican demasiado dinero a promocionar sus productos a través del deporte, lo cual genera que se inflen los mercados relacionados, se incrementan los salarios, las entradas a los partidos son más caras, y los deportistas de mayor nivel ganan cantidades exageradas de dinero, cantidades inmerecidas, que multiplican por 100, 1.000 o 10.000 el salario de un médico, incluso casos que llega a multiplicar por 50.000, así que por el salario mensual de un solo deportista de élite se podrían pagar de 10.000 a 50.000 médicos que sí aportarían algo a la sociedad, u otros profesionales, ya sean arquitectos, ingenieros, informáticos, policías, profesores y distintos empleados que aportan algo a la sociedad, más allá del entretenimiento, o bien todo ese dinero podría ir destinado a incrementar los salarios actuales.

Nike y Adidas, por ejemplo, destinan anualmente, cada una, 1.500 millones de dólares a los patrocinios deportivos. Si esos 3.000 millones de dólares totales se repartieran entre los 135.000 empleados que tienen estas 2 empresas sumadas, cada empleado recibiría 12.000 dólares anuales extras, es decir, 1.000 dólares mensuales extras, lo cual es mucho dinero para gente común, para la mayoría de la gente significaría duplicar su salario, o bien incrementarlo entre un 50% y un 75% como mínimo, esa cantidad extra de dinero permitiría a esos 135.000 empleados tener una vida mucho mejor. En cambio, de esos 3.000 millones de dólares invertidos sólo se benefician unos pocos y la mayoría de los que se benefician ni siquiera lo necesitan, equipos que reciben de 50 a 100 millones anuales de parte de Nike o Adidas, deportistas que reciben varios millones anuales sólo por vestir una marca concreta, cuando con sus salarios ya ganan varios millones.

La mayoría de ese dinero va directamente a las grandes fortunas de los deportistas, los equipos reciben esas grandes cantidades de dinero y lo invierten en contratar nuevos jugadores, así que los empleados del club no reciben ningún incremento del salario, la gente que se dedica a la limpieza del estadio, los electricistas y fontaneros, los que preparan y venden comida, los que atienden las tiendas del club, empleados varios del club, como los que venden entradas, toda esta gente sigue ganando un salario común, como en cualquier otro sitio fuera del club. Las únicas personas que notan ese incremento son los deportistas, no lo notan los trabajadores del club. Si Nike firma un contrato de 200 millones anuales, en lugar de 100 millones, esos 100 millones extras no se repartirán entre los empleados del club, sino que el club fichará más cantidad de jugadores o a los actuales jugadores les ofrecerá un mejor contrato para que sigan vinculados al club.

Apoyar a un equipo o deportista concreto significa dar apoyo a este tipo de gestión económica que va relacionada con el deporte, que es un sistema muy injusto, donde sólo se benefician unos pocos, que no lo necesitan para vivir bien, mientras que los empleados del club siguen ganando bajas cantidades de dinero.

Estos cuatro factores negativos hacen que, para mí, a partir de hoy, no tenga sentido seguir viendo deporte, pues cuando veo deporte siento que estoy desperdiciando el tiempo, un tiempo que podría invertirlo en hacer cosas relevantes para mi propio desarrollo personal y para la sociedad, no me gusta que mi estado de ánimo esté vinculado a los éxitos o fracasos de otra gente que se escapa de mi control, no me gusta apoyar este sistema económico, ni siquiera apoyar a deportistas que podrían estar ejerciendo otros tipos de actividades laborales más productivas para la sociedad, podrían seguir practicando el deporte en sus tiempos libres, e incluso ganar algo de dinero por ello, pero la mayor parte de su tiempo dedicarlo a empleos productivos, que serían la fuente principal de ingresos.

Este pensamiento tardé un tiempo en aplicarlo, aunque desde el primer momento desde que lo escribí ya dejé de mirar todos los deportes, excepto el fútbol, pero realmente es algo que no me aporta nada, sólo decepciones y mal humor, los pocos momentos buenos no compensan los malos, así que definitivamente no voy a invertir ni un solo minuto de mi vida en la visualización de eventos deportivos.
 

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